Minina de Cheshire

"-¿Podría decirme, por favor, por dónde puedo irme de aquí? -Todo depende del sitio adonde quieras ir -contestó el Gato -El sitio me importa poco... -dijo Alicia . -En ese caso, poco importa el camino que tomes... -contestó el Gato.

Alicia en el País de las Maravillas. Lewis Carroll

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viernes, octubre 06, 2006

tiene un color tan vivo que los británicos pensaron que tenía que ser del sur ...

muy sur, y la llamaron tangerine, la de los verjeles de Marruecos BALCIUS

La mandarina, esa delicia, es para mi uno de los sabores determinantes del otoño. Cuando era pequeña adoraba la llegada de Octubre porque comía mandarinas a toneladas y recogía castañas en los bosques que rodeaban mi cole.

Mandarinas, castañas y aroma a setas. Sólo recientemente he empezado a comer setas. Los que nos daban charlas cuando estudiaba Primaria, se afanaban en mostrarnos las setas venenosas pero nunca nos mostraban cuales eran comestibles. Creo, sinceramente, que porque ellos recogían esas setas comestibles (y siguen haciendolo) y no querían competencia. De ese modo establecían el binomio seta-veneno en nuestras tiernas mentes.

Mandarinas, castañas y setas. El aroma del otoño en su mesa, las emociones de la niñez. Me ha contado un pajarito que Balcius es un excelente cocinero de emociones y sé de buena tinta que Marauder tiene la capacidad de hacer mezclas inesperadas y sorprendentes. Desde aquí propongo un concurso. Por supuesto pueden participar todos aquellos interesados. Se trata de cocinar el otoño. Para ello la receta debe tener como ingredientes principales: setas, castañas y mandarinas. Puede haber más de un ganador, premio por determinar.

Dejad vuestras recetas en los comentarios. Vamos a comernos el otoño

Actualización: Y calabazas. Comer calabaza es algo que se ha incorporado recientemente a mi galería de sabores del otoño (mi familia, fundamentalmente del campo, opinaba que las calabazas eran para el cerdo)con gran placer. Puntos extra para el que incluya calabaza en la receta.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¿Calabaza para los cerdos? ¿Mi familia decía eso? Que feliz es una de no recordar gran parte de su infancia. Lo único que recuerdo son las calabazas (las largas, no las tipo Halloween) a secar (por alguna razón desconocida) en la terraza.
Para mi la calabaza se come, es algo normal, pero nunca he cocinado con ella.
No conozco demasiadas recetas para el otoño, y ninguna que merezca mención, pero me han entrado ganas de comer un revuelto de setas, castañas asadas y mandarinas. Te odio....

12:12 a. m.  
Blogger Pablo.- said...

Acepto el reto, primero porque es un reto (y nunca los dejo pasar), segundo, segundo porque es una idea fabulosa, ponerle sabor al otoño con todos los colores del atardecer (el de la mandarina, el de la calabaza, el de un pie rojo), tercero porque es todo un halago que pienses en mí para ejecutarlo.

Tú dirás qué mecanismo arbitramos para el "concurso" (yo lo prefería como concurrencia más que como confrontación, pero bueno, extra de emoción) ;)

Creo que por el interés mostrado en el affair calabaza, Karme podría ser parte del jurado, o como mínimo asistir a la cata del resultado, y al respecto de sus inquietudes diré que la calabaza es uno de los más versátiles ingredientes que se pueden tener en la cocina, consistencia muy variable según el procesado, igual válida para dulce que para salado cocinada adecuadamente.

Recuerdo un mercado en Johannesbourg, con más de dos docenas de tipos distintos de calabazas, y cientos de ejemplares en total, de todos los tamaños, formas, colores, algo increíble. Allí nos sirvieron una comida que llevaba como acompañamiento micro-calabazas, cabían dos en un tenedor y se comían con cáscara y todo. Eran deliciosas, con un fondo amargo como el calabacín, pero más suaves, y algo perfumadas de un gusto cálido y amable que llenaba toda la boca.

Si me lo permites, en lugar de un plato, propondré una comida completa. Luego paso por aquí y te lo cuento; lo contaré también en Caída Libre, pero por supuesto... a mi manera. Uno tiene compromisos con la multiplicidad de significados.

8:23 p. m.  
Blogger Minina de Cheshire said...

Ya dije, Balcius, en su momento; que podía haber más de un ganador... y más de veinte si fuere necesario.
Yo también había pensado en incluir a Karme en el jurado, en el que, por supuesto, estareis también los participantes (lo importante del juego es divertirse; cuantos más modos mejor).
Me parece perfecto que rices el rizo proponiendo una comida completa. Se me erizan los bigotes y se me tensa el rabo solo de pensarlo.

1:12 p. m.  
Blogger Pablo.- said...

En cuanto al primer plato, explicar la base del desarrollo:

En las distintas partes del Brasil se hacen distintas formas de Feijoada. Una de ellas (creo que de la zona de Recife), lleva naranja. Es interesante, la he probado. Queda deliciosa, por lo dulce y ácido. Son rodajas de naranja que refrescan la pesadez de esa feijoada, plato protéico donde los haya. También se utiliza harina de mandioca (denominada cariñosamente "a farinha") porque absorbe y neutraliza el gusto fuerte de las grasas, suavizando mucho el plato y haciéndolo más digestivo.

Se me ha ocurrido hacer un guiso-cazuela muy simple, si bien las castañas deben ser salteadas antes de introducirlas en la cazuela. Lo demás bastante estándar. Ya lo probaréis, es cosa fina (daré más detalles de la preparación más adelante), se sirve igual que la feijoada, con gajos de mandarina al rededor del plato. Cucharada de guiso de castañas con setas (y varias otras cosas), gajo de mandarina, el efecto es similar a los cuadros de Signac, los sabores puros muy distintos, el conjunto algo nuevo.

Un entrante rápido de hacer y menos fuerte de lo que parece. Propongo hacer un puñado de mijo aromático para acompañar.

Mañana el segundo plato. ;)

8:59 p. m.  

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